El artículo anterior lo dediqué a contarles un poco acerca de nosotros.
Quiénes somos, qué hacemos y algunos de los retos que enfrentamos diariamente, entre otras cosas. Básicamente, quería que nos conocieran un poco más.
Este artículo va por el lado contrario.
Quiero dedicarlo a la importancia de conocer y entender muy bien a quienes nos leen, es decir, a nuestro público meta.
Les pongo el siguiente ejemplo: supongamos que un día un amigo les pide el favor de comprar un regalo. ¿Cuál sería la primera pregunta que se les viene a la mente?
Sin duda alguna la mayoría preguntaría para quién es el regalo, puesto que, de no saberlo, poder cumplir con el favor sería muy difícil.
No es lo mismo comprar un regalo para un niño, que para un adolescente o para un adulto mayor.
Y no necesariamente hay que irse tan lejos con las diferencias de edades, ya que tampoco sería lo mismo comprar un regalo para un niño de 12 años que ama los videojuegos, que para un niño de esa misma edad que ama el fútbol.
Al mismo tiempo, si por ejemplo sabemos que ambos niños aman el fútbol, puede perfectamente ser que uno ame jugarlo, en cuyo caso se le podría regalar un balón, y que al otro le guste disfrutarlo solamente como espectador, en cuyo caso se le podría regalar una camisa de su equipo favorito.
¿A qué voy con este ejercicio?
Quiero que quede claro que entre más conocemos a nuestro público meta, más fácil se nos hace “comprarle el regalo correcto”, o lo que sería el equivalente en el caso de nosotros los traductores, conectar con él y hablar su idioma.
A continuación, les comparto 3 aspectos importantes que debemos siempre tomar en cuenta a la hora de abordar cualquier proyecto en función del público meta:
A quién le hablamos– debemos conocer a profundidad a nuestro público meta, ya que entre más sepamos de sus gustos y preferencias, más fácil será lograr que nuestro mensaje sea recibido de forma óptima.
El contexto – no debemos solamente enfocarnos en la persona como tal, sino también en el entorno que la envuelve, ya que nos brinda valiosos datos que nos permiten construir mensajes que sobrepasen cualquier barrera cultural.
Terminología especifica – además de conocer al público meta y su entorno, debemos saber cómo este se comunica, cuál es su tono y qué palabras o términos especiales utiliza frecuentemente, ya que para poder hablar en “su idioma”, primero debemos conocerlo en detalle.
Ahora que ha quedado clara la importancia de conocer a nuestro público meta, y los diferentes aspectos que debemos considerar para lograr una conexión significativa, la pregunta lógica a seguir sería: ¿cómo lograrlo?
Hoy en día los recursos para lograr cualquier objetivo son prácticamente ilimitados, pero les quiero recomendar tres prácticas que en lo personal me han resultado muy útiles a lo largo de mi carrera.
Investigación en línea: generalmente, lo primero que hago para conocer más a profundidad a mi público meta, es investigar. Reviso desde artículos, hasta redes sociales. Hay muchísimas fuentes con información valiosa, tanto así que hoy en día el reto no es encontrar información, sino depurarla. Saber cuáles son fuentes confiables. Qué me sirve, y qué no. En fin, lo que les recomiendo a la hora de investigar es que inviertan tiempo. Busquen. Lean. Analicen y documenten lo que les parezca útil y confiable.
Entrevistas o Focus Groups: esta práctica requiere un poco más de tiempo, planificación e inversión. Consiste en juntar a una muestra representativa de nuestro público meta, en un ambiente controlado, para poder abstraer la información necesaria por medio de entrevistas o conversaciones guiadas. Generalmente, los Focus Groups se organizan a través de expertos o mediadores que se dedican precisamente a esto. Pero en lo personal, también me ha resultado efectivo realizar entrevistas un poco más “casuales” o de “tú a tú” con diferentes personas del público meta.
Sentido común y empatía: este último punto podría considerarse más empírico, pero no quiero dejar de recomendárselos puesto que me encanta aplicarlo. No existe mejor frase para describirlo que “ponerse en los zapatos de nuestro público meta”. Pensemos en las situaciones por las que pasa, en cómo es su día a día, y verdaderamente tratemos de entender cómo se siente. Básicamente, seamos lo más empáticos que podemos ser para llegar a conocerlo.
Y bueno, lo mejor de cualquiera de las prácticas anteriores es que el resultado siempre será llegar a conocer diferentes estilos de vida, y en lo personal, esto siempre me ha parecido súper interesante y enriquecedor. Así que mi consejo final definitivamente sería: ¡diviértanse y disfruten mucho mientras investigan! 🙂
TODO DEPENDE DE QUIEN LO LEA
El artículo anterior lo dediqué a contarles un poco acerca de nosotros.
Quiénes somos, qué hacemos y algunos de los retos que enfrentamos diariamente, entre otras cosas. Básicamente, quería que nos conocieran un poco más.
Este artículo va por el lado contrario.
Quiero dedicarlo a la importancia de conocer y entender muy bien a quienes nos leen, es decir, a nuestro público meta.
Les pongo el siguiente ejemplo: supongamos que un día un amigo les pide el favor de comprar un regalo. ¿Cuál sería la primera pregunta que se les viene a la mente?
Sin duda alguna la mayoría preguntaría para quién es el regalo, puesto que, de no saberlo, poder cumplir con el favor sería muy difícil.
No es lo mismo comprar un regalo para un niño, que para un adolescente o para un adulto mayor.
Y no necesariamente hay que irse tan lejos con las diferencias de edades, ya que tampoco sería lo mismo comprar un regalo para un niño de 12 años que ama los videojuegos, que para un niño de esa misma edad que ama el fútbol.
Al mismo tiempo, si por ejemplo sabemos que ambos niños aman el fútbol, puede perfectamente ser que uno ame jugarlo, en cuyo caso se le podría regalar un balón, y que al otro le guste disfrutarlo solamente como espectador, en cuyo caso se le podría regalar una camisa de su equipo favorito.
¿A qué voy con este ejercicio?
Quiero que quede claro que entre más conocemos a nuestro público meta, más fácil se nos hace “comprarle el regalo correcto”, o lo que sería el equivalente en el caso de nosotros los traductores, conectar con él y hablar su idioma.
A continuación, les comparto 3 aspectos importantes que debemos siempre tomar en cuenta a la hora de abordar cualquier proyecto en función del público meta:
Ahora que ha quedado clara la importancia de conocer a nuestro público meta, y los diferentes aspectos que debemos considerar para lograr una conexión significativa, la pregunta lógica a seguir sería: ¿cómo lograrlo?
Hoy en día los recursos para lograr cualquier objetivo son prácticamente ilimitados, pero les quiero recomendar tres prácticas que en lo personal me han resultado muy útiles a lo largo de mi carrera.
Y bueno, lo mejor de cualquiera de las prácticas anteriores es que el resultado siempre será llegar a conocer diferentes estilos de vida, y en lo personal, esto siempre me ha parecido súper interesante y enriquecedor. Así que mi consejo final definitivamente sería: ¡diviértanse y disfruten mucho mientras investigan! 🙂
0